Dormir o descansar con los pies levantados es una práctica que cada vez más personas consideran para mejorar su salud y bienestar. Aunque puede parecer un simple cambio de postura, elevar las piernas tiene efectos importantes en la circulación sanguínea y en la prevención de molestias físicas.
Beneficios de acostarse con los pies levantados
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Mejora la circulación sanguínea
Elevar las piernas facilita el retorno de la sangre al corazón, lo que reduce la presión en las venas y ayuda a prevenir la insuficiencia venosa y la aparición de várices. -
Disminuye la hinchazón y retención de líquidos
Esta posición favorece el drenaje linfático y reduce la inflamación en pies y tobillos, especialmente en personas que permanecen mucho tiempo de pie o sentadas. -
Alivio de dolores en las piernas
Quienes sufren de calambres, pesadez o fatiga en las piernas suelen experimentar alivio al acostarse con los pies elevados. -
Prevención de coágulos sanguíneos
En personas con riesgo de trombosis, levantar los pies puede ser un complemento para mantener una circulación más saludable, aunque nunca debe reemplazar la atención médica. -
Relajación general del cuerpo
Esta posición puede contribuir a reducir la tensión muscular y favorecer una sensación de descanso profundo.
¿Cuánto tiempo es recomendable mantener los pies levantados?
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Para descanso diario: 15 a 20 minutos al final del día son suficientes para notar alivio en la hinchazón y cansancio de las piernas.
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Durante el sueño: algunas personas optan por dormir con los pies ligeramente elevados usando cojines o un soporte especial. En estos casos, es importante que la elevación no sea excesiva para evitar molestias en la espalda.
Precauciones al dormir con los pies elevados
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Personas con problemas de columna deben consultar con un especialista antes de adoptar esta posición.
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No es recomendable en quienes padecen ciertas enfermedades cardíacas o respiratorias, ya que la postura podría dificultar la correcta función del organismo.
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Lo ideal es mantener los pies a la altura del corazón o ligeramente por encima, evitando ángulos extremos.
Acostarse con los pies levantados puede ser una práctica muy beneficiosa para la circulación, el alivio de la hinchazón y la relajación muscular. Sin embargo, como en cualquier hábito relacionado con la salud, lo recomendable es escuchar a nuestro cuerpo y, en caso de padecer alguna enfermedad crónica, consultar con un médico antes de adoptarlo de manera permanente.