El estrés es una de las principales preocupaciones de la salud moderna. Aunque afecta tanto a hombres como a mujeres, diversos estudios han demostrado que las causas del estrés varían según el género, influenciadas por factores biológicos, sociales y culturales. Comprender estas diferencias es clave para encontrar soluciones más efectivas y personalizadas.
Estrés en mujeres: las principales causas
De acuerdo con la American Psychological Association (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres tienden a reportar niveles de estrés más altos que los hombres. La mayor causa identificada es:
Sobrecarga de responsabilidades y cuidado familiar
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Muchas mujeres enfrentan la doble jornada: trabajo formal y responsabilidades en el hogar.
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El cuidado de hijos, familiares mayores o personas dependientes incrementa la presión diaria.
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Esta carga emocional y física impacta directamente en la salud mental.
Otros detonantes frecuentes en mujeres:
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Cambios hormonales relacionados con ciclo menstrual, embarazo o menopausia.
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Exigencias sociales de “cumplir con todo” en lo profesional y personal.
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Falta de tiempo propio para descanso o autocuidado.
Estrés en hombres: la principal causa
En los hombres, el estrés laboral y financiero es la causa predominante. Según encuestas globales de la APA y Gallup, el trabajo es el factor que más presión genera.
Presión económica y desempeño laboral
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Los hombres suelen relacionar su identidad y autoestima con el éxito profesional.
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La competencia en el entorno laboral y la incertidumbre económica elevan la tensión.
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Muchos consideran el sostenimiento económico familiar como una responsabilidad central, lo que incrementa la carga mental.
Otros factores que influyen en el estrés masculino:
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Expectativas culturales relacionadas con la fortaleza y el “no mostrar debilidad”.
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Problemas de salud ignorados por falta de chequeos médicos regulares.
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Presión social por mantener una imagen de control.
Diferencias clave en el manejo del estrés
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Mujeres: tienden a expresar más sus emociones y buscan apoyo en familia o amistades.
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Hombres: suelen reprimir el malestar, lo que puede derivar en problemas de salud como hipertensión, insomnio o ansiedad crónica.
Los estudios muestran que:
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En mujeres, la principal causa de estrés es la sobrecarga de responsabilidades familiares y sociales.
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En hombres, la mayor fuente de estrés es la presión laboral y económica.
Ambos géneros enfrentan desafíos distintos, pero la solución en común es adoptar estrategias de autocuidado, aprender técnicas de manejo del estrés y buscar apoyo profesional cuando sea necesario.