La presión arterial es un indicador clave de la salud cardiovascular. Mantenerla en niveles adecuados ayuda a prevenir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. A continuación, te explicamos qué es, cuáles son sus valores normales y cómo controlarla de manera efectiva.
¿Qué es la Presión Arterial?
La presión arterial es la fuerza con la que la sangre empuja contra las paredes de las arterias mientras el corazón bombea. Se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y consta de dos valores:
- Presión sistólica: Representa la presión cuando el corazón se contrae y bombea sangre.
- Presión diastólica: Indica la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos.
Valores Normales de la Presión Arterial
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los valores de presión arterial se clasifican de la siguiente manera:
- Óptima: Menos de 120/80 mmHg
- Normal: Entre 120/80 y 129/84 mmHg
- Normal alta: Entre 130/85 y 139/89 mmHg
- Hipertensión grado 1: Entre 140/90 y 159/99 mmHg
- Hipertensión grado 2: 160/100 mmHg o más
Causas de la Presión Arterial Alta y Baja
Hipertensión (Presión Alta)
Factores como el estrés, la obesidad, el consumo excesivo de sal, el sedentarismo y el tabaquismo pueden elevar la presión arterial, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Hipotensión (Presión Baja)
Puede deberse a deshidratación, deficiencias nutricionales o enfermedades cardíacas, causando mareos, fatiga y desmayos.
Consejos para Mantener una Presión Arterial Saludable
- Seguir una alimentación equilibrada: Priorizar frutas, verduras, cereales integrales y alimentos bajos en sodio.
- Reducir el consumo de sal: Evitar alimentos ultraprocesados y condimentar con hierbas naturales.
- Realizar actividad física regularmente: Al menos 30 minutos diarios de ejercicio ayudan a mantener la presión bajo control.
- Evitar el alcohol y el tabaco: Estos hábitos aumentan el riesgo de hipertensión.
- Controlar el estrés: Practicar técnicas de relajación como meditación o respiración profunda.
- Monitorear la presión arterial: Medirla con regularidad ayuda a detectar cualquier alteración.
Mantener la presión arterial en niveles adecuados es fundamental para la salud del corazón y el bienestar general. Un estilo de vida saludable, junto con un control médico periódico, es la mejor estrategia para prevenir problemas cardiovasculares.
