¿POR QUÉ SER AUTÉNTICOS? CONSEJOS PARA LOGRARLO

Cuando una persona no es auténtica quiere decir que modifica quién es, sus gustos, sus necesidades y sueños por complacer a los demás o por el “qué dirán”.

No se trata de señalar a esas personas, es algo muy normal derivado del miedo de no “encajar” y que sean excluidas de ciertos círculos sociales.

La base de la autenticidad es el “autoconocimiento”. Se trata de un trabajo diario para saber quiénes somos, qué nos gusta, nuestros talentos y qué nos apasiona, para encontrar un propósito y llevarlo a cabo en el camino de la vida atravesando por procesos de la forma más honesta y amable con nosotros mismos.

¿Qué se puede hacer para ser auténticos?

 

Comienza el camino de autoconocimiento. Tomar conciencia de lo que escuchamos en nuestra mente y también comenzar a sentir qué nos hace bien, dónde estamos más felices.

Aceptación. Quizá el paso más difícil, ya que no sólo se trata de aceptarte a ti con virtudes y defectos, con trabajos personales de sanación, sino también implica aceptar a los demás como son y aceptar sus procesos.

Siempre di la verdad. Si no conoces el tema, si no te gusta algo o sí te gusta mucho, si algo te parece bueno o malo, actúa de forma honesta. El hecho de trabajar “el qué dirán” puede ser muy complejo porque a lo mejor no te das cuenta de que le tienes miedo, pero ese trabajo también es aceptación. Aceptar que al ser honesto u honesta no les gustará a ciertas personas.

Compórtate con humildad. Decir la verdad para ti no significa que trates mal a los demás por tener otras opiniones o ser demasiado imprudente a la hora de comunicar tus opiniones. Muchas veces es mejor escuchar de los demás sus opiniones sin juicio que hablar de las tuyas, sobre todo cuando no te las han pedido.

No tengas miedo de mostrar que eres vulnerable.  Recuerda que serlo no es sinónimo de debilidad, por el contrario, dicen por ahí que “hay que ser muy valientes para mostrar cuán vulnerable eres”. Llora si es necesario y comunica tus sentimientos con honestidad.

No te compares. Suele ser también un trabajo difícil, pero entender que todos somos diferentes y con similitudes, te hará sentir más paz. Todos vivimos las mismas emociones. Cuando sientas que te estás comparando, vuelve a ti, a recordarte qué te gusta, qué no te gusta y si estarías dispuesto a ser o tener lo de la otra persona “pagando el precio”. Quizá no lo harías.

Comprueba con este test si eres una persona con autenticidad

Examina tus creencias familiares. A veces, lo que te limita a ser tú mismo es lo que crees que pensará tu familia si te comportas diferente, atreverte a pensar diferente es de valientes.

COMPARTIR ESTA NOTICIA

Facebook
Twitter