LA FUNCIÓN DE LA CERA EN LOS OÍDOS: ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE PARA NUESTRA SALUD AUDITIVA?

La cera en los oídos, también conocida como cerumen, suele generar dudas e incluso molestias. Muchas personas piensan que se trata de suciedad o de algo negativo que debe eliminarse por completo, pero lo cierto es que esta sustancia cumple un papel fundamental en la protección y salud del oído. Conocer su función puede ayudarnos a entender por qué no debemos obsesionarnos con retirarla constantemente.

¿Qué es la cera de los oídos?

El cerumen es una sustancia producida de manera natural por las glándulas del canal auditivo externo. Su composición incluye aceites, ácidos grasos, células muertas y queratina, lo que la convierte en una barrera protectora contra agentes externos.

Principales funciones de la cera en los oídos

1. Protección contra infecciones

El cerumen posee propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que evita que bacterias, hongos y otros microorganismos se desarrollen en el canal auditivo. De esta manera, ayuda a reducir el riesgo de infecciones como la otitis externa.

2. Lubricación natural

La cera mantiene el canal auditivo hidratado y lubricado, evitando la resequedad, irritación y pequeñas grietas que podrían facilitar la entrada de gérmenes.

3. Eliminación de impurezas

Funciona como un sistema de limpieza natural. Atrapando polvo, partículas, suciedad e incluso insectos pequeños, impide que lleguen hasta el tímpano. Con el movimiento de la mandíbula al hablar o masticar, la cera se desplaza hacia el exterior, arrastrando consigo esas impurezas.

4. Barrera frente al agua

Al tener una textura cerosa e hidrófuga, protege al canal auditivo del exceso de humedad, evitando infecciones asociadas a la retención de agua, muy comunes en nadadores.

FUNCIÓN, CURIOSIDADES Y CUIDADOS DE LAS OREJAS

¿Cuándo puede la cera convertirse en un problema?

Aunque el cerumen es beneficioso, en algunos casos puede acumularse en exceso y provocar molestias. Esto se conoce como tapón de cera, y sus síntomas más comunes incluyen:

  • Pérdida parcial de audición.

  • Zumbidos en el oído (tinnitus).

  • Dolor o sensación de presión.

  • Mareos en casos más graves.

En estas situaciones, no se recomienda el uso de hisopos de algodón, ya que pueden empujar la cera más adentro y empeorar el problema. Lo más seguro es acudir a un especialista en otorrinolaringología.

Para finalizar, podemos decir que la cera en los oídos no es suciedad ni algo que deba eliminarse por completo. Su función es proteger, limpiar y lubricar el canal auditivo, siendo esencial para la salud del oído. Solo cuando se produce una acumulación excesiva es necesario recurrir a atención médica.

Cuidar nuestros oídos significa respetar su mecanismo natural de defensa, evitando hábitos dañinos como la limpieza excesiva con objetos que puedan lastimar.

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