La automedicación es una práctica que se ha extendido en la población general en los últimos años y que muchas veces conlleva una serie de problemas y peligros para la salud.
Podemos definir la automedicación como la tendencia a autoadministrarse todo tipo de fármacos sin la supervisión, prescripción o la intervención de ningún médico o profesional de la medicina. Es habitual automedicarse para tratar problemas leves como el dolor de cabeza o la fiebre sin embargo, para tratar problemas más graves como algunas enfermedades, debemos evitar automedicarnos, ya que con ello puedes poner en peligro tu salud de múltiples maneras.
A continuación, veremos cuáles son los principales peligros de automedicarse de manera frecuente.
- Equivocarse confundiendo fármacos.Uno de los principales peligros a los que pueden verse abocadas las personas que se automedican es el hecho de equivocarse al confundir un fármaco por otro. Tomar un medicamento creyendo que es lo que necesitamos y usando en realidad otro puede tener consecuencias verdaderamente negativas para la salud, además de exponernos a posibles efectos secundarios que pueda provocar un fármaco.
- Equivocarse con la dosis recomendada. Las personas que se automedican ignoran esta norma básica y normalmente suelen equivocarse con la dosis administrada que ingieren de un medicamento en particular, como resultado tiene el riesgo de un aumento de intoxicación cuando se consume una dosis mayor de la recomendada, atendiendo a sus características particulares (por ejemplo, su sexo o edad).
- Mayor riesgo de reacciones alérgicas. La mala administración de los medicamentos pueden ocasionar alergias muy peligrosas para nuestra salud si no están recetados por un médico, por eso es importante contar siempre con la receta correspondiente para cada fármaco que vayamos a consumir. A veces puede suceder que no recordemos reacciones alérgicas en el pasado y usemos un medicamento que nos provoca esa alergia en particular, algo que puede poner en serio riesgo nuestra salud.
- Mayor riesgo de efectos secundarios. Tomar mal un medicamento, es decir, sin la supervisión de un profesional de la medicina, puede aumentar las posibilidades de sufrir efectos secundarios. Hay que tener en cuenta que prácticamente todos los medicamentos pueden generar estos efectos indeseados en mayor o menor medida, las indicaciones médicas se adaptan a las mejores maneras de minimizar los riesgos y detener el tratamiento adecuado en caso de que surjan problemas como algún tipo de efecto secundario.
- Aumentan las probabilidades de desarrollar una adicción. Uno de los peligros más habituales de tomar un medicamento por uno mismo es el aumento del riesgo a desarrollar una adicción a dicho fármaco, puesto que muchos de ellos pueden tener a la larga este efecto en el organismo. Esto ocurre sobre todo con los psicofármacos u otros productos que tienen la capacidad de modificar el funcionamiento de nuestro cerebro.
- Resistencia al medicamento. El uso frecuente o incorrecto de determinados medicamentos facilita que los agentes patógenos a los que estos deben combatir acaben desarrollando resistencia a los fármacos, esto significa que los medicamentos ya no tienen ningún efecto contra la enfermedad que supuestamente deben tratar, o este queda muy minimizado, algo que puede suceder con gran facilidad si tomamos cualquier fármaco de manera indiscriminada y sin supervisión.
- Interacciones con otros medicamentos. Algunos medicamentos pueden perder su efecto al interactuar con otros fármacos que pueda estar tomando la persona o bien al entrar en contacto con determinados alimentos o bebidas. Esto es algo que debe ser tomado en consideración siempre que tomemos cualquier medicamento y que difícilmente podemos tener en cuenta sin contar con una receta profesional de un médico que conozca perfectamente nuestro caso.
- Enmascaramiento de otras enfermedades. La administración de fármacos no recomendados por parte de cualquier persona también puede enmascarar otras enfermedades graves que pueden no ser detectadas por los profesionales de la salud, esto dificulta la detección de todo tipo de enfermedades y consecuentemente su posterior diagnóstico y tratamiento.