El nombre de diciembre tiene una historia que se remonta a miles de años atrás. Aunque hoy lo conocemos como el último mes del año, su origen está ligado a un calendario muy diferente al que utilizamos en la actualidad. Comprender de dónde proviene su nombre permite conocer mejor cómo evolucionó la manera en que las civilizaciones han organizado el tiempo.
Diciembre: del latín “decem”, que significa diez
La palabra “diciembre” viene del latín December, derivado de decem, que significa “diez”. Esto se debe a que, en el calendario romano más antiguo, diciembre ocupaba el décimo mes del año.
El año romano comenzaba en marzo, coincidiendo con el inicio de la primavera en el hemisferio norte. Por esa razón, los últimos meses del año llevaban nombres derivados de números:
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Septiembre venía de septem, siete.
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Octubre de octo, ocho.
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Noviembre de novem, nueve.
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Diciembre de decem, diez.
El cambio del calendario romano y la llegada del calendario juliano
Con el tiempo, el sistema necesitaba ajustes para corregir desorganizaciones en el tiempo y las estaciones. Fue entonces cuando, en el año 46 a. C., Julio César impulsó una reforma con la creación del calendario juliano. Este estableció el inicio del año en enero, moviendo diciembre al puesto número doce.
A pesar del cambio en el orden, diciembre conservó su nombre original, lo que explica por qué se llama “mes diez” aunque hoy sea el último del calendario.
La influencia del calendario gregoriano en el diciembre actual
En 1582, el papa Gregorio XIII introdujo el calendario gregoriano, que es el que se usa actualmente en la mayor parte del mundo. Aunque se realizaron ajustes importantes relacionados con los años bisiestos y el cálculo de la Pascua, los nombres de los meses no se modificaron.
Por esta razón, diciembre aún mantiene su herencia lingüística romana.
El simbolismo histórico de diciembre
Además de su origen numeral, diciembre adquirió con el tiempo un fuerte significado cultural. En la antigua Roma, este mes estaba marcado por las Saturnales, festividades dedicadas a Saturno que celebraban el final del ciclo agrícola. Estas fiestas, llenas de banquetes, regalos y tradiciones, influyeron en muchas celebraciones actuales del fin de año.
Hoy, diciembre es sinónimo de cierre de ciclo, reuniones familiares y festividades diversas alrededor del mundo, un simbolismo que se ha conservado durante siglos.
Diciembre es un mes con un nombre cargado de historia. Aunque ya no ocupa el décimo lugar en el calendario, su origen en la numeración latina refleja la evolución de la organización del tiempo en las antiguas civilizaciones. Recordar que “diciembre” significa “mes diez” nos conecta con el pasado romano y nos muestra cómo los nombres que usamos a diario tienen raíces mucho más profundas de lo que imaginamos.